El artículo que nadie leerá
Vale, si estás leyendo esto, tengo que admitir que me he equivocado con el título.
No sé, mientras escribo, sigo dudando. Pero si lo estás leyendo, más abajo hablo de ti…
Es mediodía y la mayoría de personas ya tiene activado el modo verbena. Yo misma ya he ido a recoger el pan y las tortas de Sant Joan que tenía encargadas.
Llevamos meses encerrados, sin poder celebrar nada, y tengo la sensación de que hoy todos tenemos ganas de hacer volar por los aires esa frustración que llevamos dentro.
Truenos, cohetes y luces de colores brillando por el cielo nocturno…
No me gusta el estruendo de los petardos (soy más de chispas silenciosas), pero hoy casi que será como una especie de desahogo colectivo.
Si estás leyendo esto, he deducido que puede ser por uno de estos tres motivos:
- Que te importe un pimiento el calendario. Ni San Juan, ni verbena, ni petardos, ni noches mágicas envueltas con purpurina. Oye, si es tu caso, bien por ti. Son tus reglas, es tu vida.
- Que el móvil sea tu quinta extremidad y no puedas dejar de utilizarlo. A ver, pasa en las mejores familias, también en las peores… ;)
- Que lo leas otro día. Para ti, la verbena huele a rancio. Ya está más que pasada y vivida.
«¿Verbena? ¿Qué me estás contando?» puede que estés pensando…
Para vosotros, los que no habéis hecho caso del título, puede que os interese mi curso sobre comunicación emocional.
Es para aprender a contar cosas de forma diferente a como las cuenta la mayoría, para transmitir emociones y hacer textos envolventes, de esos que uno no puede dejar de leer.
No explota ni hace ruido.
Tampoco lleva purpurina.
Y lo puedes usar cada día.
Feliz verbena, (o no verbena o lo que sea para ti)
Sandra Parés