Caso real: eliminar el miedo

Hoy te quiero hablar de una mujer con la que trabajé este verano.

Unas semanas antes de reservar la primera sesión, el médico le dijo que en otoño tendrían que operarla del corazón.

Supongo que te puedes imaginar como se sintió: le cayó el mundo encima, no se esperaba este diagnóstico y fue un shock para ella.

Estuvo varias semanas bloqueada. No se sentía capaz de hablar del tema con la familia y se escondía para llorar. La primera vez que hablé con ella apenas podía verbalizar lo que sentía y menos aún pensar en la futura operación.

Además del shock inicial, tenía pánico a entrar al quirófano, incluso tenía pánico a los médicos. Casi se avergonzaba, pero ni siquiera podía pensar en una bata blanca sin sentir ansiedad.

No vamos a entrar en juzgar sus emociones.
No se trata de esto.
Ni siquiera tiene sentido.
Los miedos, las fobias, las inseguridades… Muchas veces son irracionales y, de forma inesperada, toman el control de nosotros cuando se activan.

Así que cada uno vive lo que vive y es sano aceptarlo sin vergüenza ni culpa.
Nadie es mejor o peor que otra persona por sentir lo que siente.
Lo importante es poder buscar una solución para atenuar e incluso sanar estas emociones descontroladas que se pueden llegar a apoderar de nuestra psique.

Bien.
El primer paso que hicimos fue el de dar voz a su problema. Poder verbalizar como se sentía y empezar a dejar salir hacia fuera parte de sus miedos.
Para mí este es un primer paso esencial, sin él, me atrevería a decir que es imposible poder avanzar.

Uno debe reconocer su situación para luego poder hacer cambios reales.

Después le enseñé y practicamos la técnica para deshacer miedos y fobias que aplico en mi consulta. Y no necesitó muchos días para poder aplicarla con facilidad por su cuenta.

Eso sí, le recomendé que cada día dedicara ni que fueran 20-30′ a aplicarla, a usarla para enfrentarse a sus miedos, y así ir deshaciendo las emociones que estaban ahí atrapadas y no le dejaban reaccionar ni pensar con claridad y serenidad.

Así que en su casa, cuando tenía un rato, hacía el desbloqueo. Se lo tomó en serio, era algo muy importante para ella.

En pocas semanas me dijo que ya se veía entrando en el quirófano sin tener pánico. Y eso que cuando empezó no podía ni visualizar una bata blanca, se quedaba ahí paralizada por el miedo.

¿Qué ocurrió en su caso?
Con la técnica de desbloqueo logramos reducir la carga emocional asociada a la situación que le da miedo. Cuando una persona consigue reducir esas emocionas tan paralizantes, puede pensar con más claridad, puede ver alternativas, puede tomar mejores decisiones, puedes estar más tranquila y con confianza para afrontar la situación.

Si tienes cargas emocionales, si tienes miedos irracionales, si algo te mantiene paralizado y no te deja avanzar, hay métodos para disolver estas barreras.

Solo luchan y dan palos de ciego contra sus propias emociones los que no conocen que se pueden deshacer e incluso eliminar.

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Que tengas un día bonito,
Sandra